El día 22 de febrero se celebra el Día por la Igualdad salarial entre mujeres y hombres,uno de los factores que perpetúa la desigualdad en nuestra sociedad.
En la Comunidad Autónoma del País Vasco hay una diferencia salarial superior a los 7.000 euros anuales según la Encuesta Estructura Salarial INE, siendo el sector servicios en el que se aprecian las mayores diferencias.
La segregación ocupacional es uno de los factores que se encuentra en el origen de este tipo de discriminación. La segregación horizontal y vertical que persiste en todo el mundo relega a las mujeres a determinados tipos de trabajo o les impide ocupar posiciones de liderazgo. Fruto de esta segregación existen los empleos considerados femeninos, que se remuneran peor.
Además, hay que tener en cuenta que en muchas ocasiones las mujeres tienen que aceptar ocupaciones de mayor flexibilidad laboral para equilibrar las necesidades del trabajo y la familia, lo que contribuye a la citada segregación laboral. En consecuencia, existe en todo el mundo una representación excesiva de las mujeres en trabajos de tiempo parcial.
Tampoco podemos olvidar que un elevado porcentaje de las personas ocupadas en el sector informal son mujeres. El otro trabajo, el del cuidado de los familiares y del hogar, que sigue recayendo en un alto porcentaje sobre las mujeres, les impide, en muchos casos, la promoción en igualdad con los hombres en el mercado laboral.
Pero, al margen de variables tan decisivas en el tema de la brecha salarial como la tipología de contrato, la duración o el tipo de ocupación, en los que la discriminación salarial se materializa de una manera implícita, la discriminación se produce también de manera explícita en niveles laborales concretos. Es decir, a misma tipología de contrato, duración y ocupación, se detectan diferencias entre los salarios percibidos por mujeres y hombres.
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